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lunes, 31 de octubre de 2011

Apéndice último (5) - Mark

Me levanté por la mañana temprano, cansado. Miré a Gathy, que dormía con tranquilidad. Me vestí con lentitud, aún dormido. Bajé a la cocina y me preparé un café. Lo terminé de un trago, y miré la hora. Las 6:12, tenía tiempo de un afeitado rápido.
Dicho y hecho, me afeité, me lavé los dientes y me puse un poco de colonia, y a las 6:45 ya había salido con la moto.
Llegué a la Universidad con tiempo, entré a la clase y me senté con tranquilidad. Faltaba más de media hora para que empezaran la clase y no había nadie. Entonces oí pasos detrás de mí. Me giré lentamente y vi a una chica rubia, de ojos castaños.

Ella


Se acercó y se sentó a mi lado. Me miró a los ojos y sonrió.

-¿Me recuerdas? - preguntó

Sonreí. Claro que sí.

-Te recuerdo.

Entonces se acercó, me acarició el pelo y me besó con pasión. No dudé en seguirle el beso, recordaba perfectamente el sabor de su aliento, que me llenó por dentro. La apreté contra mi, la quería cerca. Sus manos suaves se deslizaron hasta mi pantalón, y me lo bajó. La imité y la subí sobre mi regazo.

***

Salimos riendo de la clase, con el pelo alborotado y pasión a flor de piel. Nos subimos a la moto y me dirigí al sur, al mar. Fuimos a una cala escondida, que pocos conocen, y nos bañamos desnudos en el mar. Nos acostamos en la arena e hicimos el amor, otra vez.

***

Llegué a casa y dejé la bolsa en el estudio. Fui directo a la ducha, a limpiarme la sal y la arena. Miré la hora, las 7:30. Supuse que Ágatha no tardaría en llegar. Me sorprendí al no sentirme culpable de nada. Lo mío con Marie fue tan natural como respirar. Sonreí, en realidad sólo había cumplido una promesa hecha hace mucho tiempo.
Me senté en el ordenador y abrí el Pet Society, en el Facebook.
No me di cuenta, que Gath ya había llegado. Me besó en la frente, y me contó su día. La miré con cariño.

martes, 18 de octubre de 2011

Capítulo penúltimo (15)

                                                2 años después

Close you eyes, and I'll kiss you
tomorrow I'll miss you
Remember I'll always be true...
And then while I'm away
I'll write some every day
And I'll send all my loving to you

Apagué el reproductor de música y saqué la cassette.
-¿Qué te ha parecido?
-Bueno... tienes una voz maravillosa, Ágatha - dijo Lucas, el director del Teatro - Nos gustaría contar contigo, pero primero haremos una prueba para ver si tu voz combina con la de Kenneth.
-¿Ahora mismo?
-No, él está muy ocupado.
-Ah.
-¿Te va bien el miércoles a las 17:30?
-Emm... No.
-¿Puedo saber por qué?
-Tengo que... ir al ginecólogo - mentí con velocidad.
Seguro que colaba, pues el bulto de mi barriguita empezaba a ser ya perceptible. Me acaricié la panza con amor. Y no iba a decirle que iba a ir al psicólogo, pues aún seguía con el maldito tratamiento.
-Ah, claro. Estás embarazada.
-¿Complica algo eso?
-Depende. ¿De cuánto estás?
-De dos meses.
-Entonces no. Te contrataremos por los próximos 5 meses, y entonces ya te daremos la baja de maternidad, y otra actriz te sustituirá hasta que vuelvas.
-Perfecto entonces.
Sonreí, satisfecha con el trato. Verdaderamente, era lo menos esperado. Madre a los 19. Pero por fin, por fin cumpliría con mi sueño, por fin sería actriz, y nada más y nada menos que en mi musical favorito, Chicago. Kenneth Jones era famosísimo, un actor y cantante de éxito, y ella iba a cantar a su lado... si sus voces "combinaban". Pero en el fondo ya sabía que tenía el papel.
Me despedí de Lucas y me puse mi abrigo y los guantes. Salí a la fría calle, y el viento helado de Enero me golpeó en plena cara. Me apresuré a llegar al auto y conducí con calma hasta casa.
Abrí la puerta con un suspiro de cansancio, y dejé las cosas sobre la mesita de la entrada.
-¡Ya estoy en casa! - chillé.
Cogí el teléfono y llamé a Tomás, mi primo. Él siempre había sido mi mejor amigo, mi más gran confidente. Contestó después de dos tonos, y me saludó con un grito, dejándome sorda.
-¡HOLA PRIMA!
-Ems, Tomi, gracias, jajaja - reí - Hola, ¿sabes qué? Me van a dar el papel.
-¡¿En serio?!
-Sí, sí, pero no chilles, que me matas. Bueno, dicen que "tengo que hacer una prueba para ver si nuestras voces combinan", pero estoy segura de que los tengo en el bote.
-Genial. Oye, ha llegado un cliente, más tarde te llamo.
-Claro, un beso.
Dejé mi abrigo y subí al estudio. Ahí estaba, inclinado con la espalda torcida frente el ordenador, Mark. Le di un beso en la cabeza y le di la buena noticia. Tenía el papel. Qué contenta estaba. Todo, por fin, iba bien de nuevo.
Al final, habia empezado a salir con Mark, que tanto me hizo sufrir. Ahora era feliz. Lilli salía con Tomás, y Carlos me habia dado por perdida y empezado a salir con una chica adorable, Miranda.
Me sonrió, cerró su facebook (estaba viciado al Pet Society) y fuimos abajo.
Saqué la sartén y me dispuse a cocinar, pero me paró.
-Siéntate, hoy cocino yo. Debes estar cansada.
Sonreí y le besé. Me serví una cerveza y me senté. Al verle pelar las papas a un mílimetro por hora, me desesperé.
-Déjame a mí, yo pelo, tú cortas.
En quince minutos las patatas ya estaban friéndose, al igual que unas deliciosas hamburguesas caseras, preparadas con mucho amor por Lilli.
Nos sentamos a comer tranquilamente, y nos dispusimos a contarnos nuestro día.
-¿Qué tal en la Universidad? - pregunté
-Bueno, fue bien, tranquilo pero poco interesante. Cuéntame tu día.
-Emm... Hoy no tuve muchas náuseas a la mañana, así que me levanté y limpié un poco, como puedes observar.
-Jaja sí, me di cuenta.
-Después fui a ayudar a Lilli a estudiar y a la tarde a la entrevista.
-Estuvo bien, entonces.
-Sí, supongo.


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Querid@s, se acerca el final!