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lunes, 25 de julio de 2011

Apéndice cuarto - Lilli

Aclaro para los que malinterpretaron el apéndice anterior: Lilli está viva, la que lo cuenta es ella. Un beso, Lune*
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-Todavía no ha acabado - le recuerdo - Todavía no ha muerto.

-Por favor Lilli, no finjas que no te das cuenta. Si vive es por todas esas putas máquinas que lleva en el cuerpo. Esas mierdas que la hacen respirar, porque el ataque de asma fue demasiado fuerte. ¿Te parece que eso es vivir? Prefiero pensar que está muerta a que viva... así.

Le miro, herida. ¿Cómo puede haber dicho eso? Y de Gath...
Se da cuenta y cierra los ojos con fuerza. Se tapa la cara con las manos y se los presiona con fuerza, agotado. Oigo que reprime un llanto.

-Lo siento mucho - dice, llorando -. No sé cómo vamos a superar esto.

Le cojo la mano.

-No fue tu culpa - le susurro -. No lo fue, Carlos.

Me mira. Está destrozado. No hay nada que me duela más que el dolor que veo en sus propios ojos. Y ahí me doy cuenta.

-Tú... la amas, ¿verdad? - pregunto bajando la mirada.

-Más que a mi propia vida - confiesa con la voz rota por el dolor.

-Y entonces, ¿por qué estás conmigo?

Me mira a los ojos.

-Porque tú me gustas, Lilli...

-No me basta.

-Lilli...

-No me basta, Carlos - le miro, y me sorprendo al no sentir nada - Ahora tenemos que ir al hospital.

Me levanto y me alejo de él. Me acerco al teléfono y llamo a la compañía de taxis.

***

Silencio. Ese horroroso ruido que es el silencio. No hay ni un solo sonido en los pasillos del hospital.
Pasan las habitaciones. 112, 113, 114.
La 115. Entramos sin llamar, y oigo el sonido de la respiración forzada de Gath. La miro. Un tubo sale de su cuello, y hay un suero goteando a su brazo.
Está despierta.
Nos sigue con la mirada mientras nos acercamos y la cojo de la mano. Intenta decir algo, pero no lo consigo. Recuerdo lo que dijo el médico, y meto un dedo en ese tubo.

-Li...lli... - dice - Lo...sien...to...

-Shht, tranquila - las lágrimas empiezan a rodar por mis mejillas -. Todo va a salir bien. Te vas a poner bien.

Saco el dedo del tubo y me aprieta la mano con debilidad, febrilmente.

domingo, 24 de julio de 2011

Apéndice tercero - Lilli

Meses después

-Todo ha cambiado.

Asentí.

-¿Cómo estábamos viviendo nuestra vida? - preguntó - ¿Cómo la dejamos escapar? No nos dimos cuenta... se escurría entre nuestros dedos.

-Estábamos ciegos - respondí -. Ciegos en nuestra propia felicidad que no supimos ver lo que ocurría a nuestro alrededor. Ella... ella siempre fue una genial actriz. Consiguió engañarnos, con esa alegría... ¿Cómo no pudimos darnos cuenta?

-Ella era... tan especial...

-Única. Era única - le corregí -. Y... tú nunca pudiste oírla cantar, Carlos. Era... era impresionante. Rasgaba la guitarra con tanto amor que... dios, no hay manera de describirlo - reprimí un sollozo; no era momento de sucumbir -. No puede haber terminado todo así, de esa manera.

-Fue culpa mía.

-Eso no es verdad.

-¡Sabes que lo es! - me gritó, desesperado - ¡Sabes que fue culpa mía! No lo admitirás nunca, pero tú también me culpas. ¡Todos lo hacen! Y lo peor es que tienen razón. Yo la maté, Lilli, fui yo y sólo yo.

Le giré la cara de una bofetada. Fuerte, precisa.

-No digas eso. Nunca vuelvas a decirlo.

Me miró con los ojos llenos de lágrimas y, en ese instante, me pregunté cómo saldríamos de esta. Era algo que... nos superaba.

martes, 19 de julio de 2011

Reseña en el Semillero

El blog El Semillero me hizo una reseña del blog, muchas gracias.
Se las hacen a los blogs con menos de 50 seguidores, para "promocionarlos", y así conseguir más seguidores!
Muchas gracias a El Semillero por la reseña :)
Os he hecho un "premio", para daros las gracias ^^
Es un botón animado, espero que os guste.

El Semillero


Atte,
Lune*

martes, 5 de julio de 2011

Capítulo 14

Nos quedamos charlando un buen rato. Me gustaba que vinieran, eran una distracción en la rutina del hospital.
Por alguna razón que no era capaz de entender, no dejaban que me marchara de allí, aunque ya habían pasado dos semanas del accidente.

-Ya son las 4... - dijo Lilli - Tengo que irme a casa, hoy hay cena familiar.

Nos dio un beso a cada uno y se fue, dejándonos solos en un incómodo silencio.

-Así que ahora estáis juntos... - digo, para romper la tensión - Me alegro.

-Gath, yo... Yo aún no he... superado lo nuestro.

-¿Qué? ¿Y estás saliendo con Lilli?

-Es que... ella me lo pidió y... no pude decirle que no.

-No me lo puedo creer...

Me tapo la cara con las manos.

-Gath...

-¡¿Tú te das cuenta de que juegas con sus sentimientos?!

-Gathy, no me grites... Gath.

-¡NO ESTOY GRITANDO!

Entra el médico con cara de preocupación.

-¿Qué está pasando?

-¡¡ELLA ES UNA BUENA CHICA, CARLOS!! ¿CÓMO TE ATREVES A HACERLE ESO? ¡ES QUE NO TIENE SENTIDO, NO TIENE NINGÚN SENTIDO! ¡¡MONSTRUO!! Te odio.... - termino, con los ojos anegados de lágrimas.

-Ágatha, no me digas eso, por favor Ágatha... - intenta abrazarme, pero le aparto de un manotazo.

-Será mejor que se vaya, señor - le dice el médico, y le aparta de mí -. Ágatha no debe alterarse de esa manera.

-No puedo irme, ¡no..!

-Debe irse, señor - le corta -. O llamaré a seguridad.

Me mira, herido y se va. Noto el corazón en el cuello y siento unas ganas horribles de vomitar. Empiezo a sollozar y gemir, desesperada, mientras todo se desmorona de nuevo. Va a hacerle daño, va a hacerle daño a la que parece ser la única buena persona que queda en el mundo. A mi mejor amiga. ¿Por qué le tiene que hacer eso a ella? No es justo.

-Ágatha, cálmese por favor, debe calmarse...

Empiezo a hiperventilar con fuerza.

-Ágatha, que es usted asmática, pare por favor, respire, cálmese.

No me llega el aire. No... no puedo respirar...
El doctor pulsa un botón en el respaldo de mi cama, llamando a la enfermera.
Cierro los ojos, buscando una bocanada de aire, algo con que llenar mis pulmones pero... no lo encuentro.

lunes, 4 de julio de 2011

Capítulo 13

Al final no cierro, porque he visto que sí gusta a la gente xd

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-Hola Ágatha. ¿Cómo has pasado la noche hoy aquí en el hospital?

-Aburrida.

-¿Y eso?

-Es una mierda estar aquí - miré al doctor Hank con desdén, y él asiente y anota en su libretita.

-¿Has hecho lo que te pedí?

-No.

Puso cara de desesperación. Esto llevaba ya una semana.

-¿Por qué no lo has hecho, Ágatha?

-Porque no pienso hacer un dibujito gilipollas.

-Ágatha... yo quiero ayudarte.

-Y yo no necesito que me ayudes.

Una enfermera entró a la habitación.

-Han venido Lilli y Carlos a visitarla, señorita Rhodes.

-Digales que pasen.

-Pero Ágatha... - dijo el psicólogo - Señorita, nosotros...

-Nosotros ya hemos acabado - le corté, fulminándole con la mirada.

Asintió y se fue. Lilli y Carlos entraron tímidamente.

-Hola Gath... - Lilli me dio un beso en la mejilla y se acostó a mi lado en la cama.

-Hola Gathy - saludó Carlos y se sentó en una silla.

-¿Qué tal va, chicos? - pregunté con verdadero interés por una vez.

-Bien, pero se te echa de menos en el instituto...

-Mark preguntó por ti - añadió Carlos

-¿En serio? - dije.

-Sí, parecía interesado.

Me sorprendió que ya no sentía nada. Quizás él no era "mi chico". Quizás ya no estaba enamorada de él, y eso me tranquilizó mucho.

-Ya no le quiero.

-¿Segura? - dijo Lilli sorprendida - Porque creo que ahora le gustas... Incluso han cortado.

-Segurísima.

Me pareció ver una sombra de tristeza en los ojos de Carlos, que se borró en un segundo.

-Por cierto Gath... Ahora Carlos y yo salimos juntos.

-¡¿En serio?! ¡¡Qué bien!! - digo, sinceramente contenta.

Lilli sonríe, contenta.