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martes, 21 de diciembre de 2010

Capítulo noveno

Los días pasan como los besos, son dulces, suaves e irregulares, unos largos, otros cortos.
Los momentos también son veloces, no me doy cuenta y hace un mes que salimos, y ya casi he olvidado a Marc.

Casi...

-If I fell in love with you, would you promise to be true? And help me... understand.
'Cause I've been in love before... and I felt that love was more than just holding hands...

Acaricio una foto de Marc que tengo dentro de mi diario íntimo, con dulzura.
Quiero a Carlos... pero a Marc también.
Carlos es una inyección de dulzura, de cariño... Es un tronco que flota en medio del océano, una salvación segura.
Marc... Marc es impredecible. Es cómo... mi droga personal. Puedo consumirla, aunque sé que después pagaré las consecuencias. Marc es misterio, es emoción... Es llevar un paracaídas y acerarse al borde del acantilado, un riesgo permanente.
Recuerdo los momentos en los que cantaba con mi padre.
Él tocaba la guitarra y cantaba con su grave voz, mientras que yo le acompañaba con mi vocecilla suave.
Él sabía tocar cualquier cosa que conociera: the Beatles, por ejemplo, y el rock Argentino de su época, las canciones que me fascinaron desde pequeña.
Voy a mi armario y saco la guitarra de mi padre.
La afino, desde que murió que no la toco.
Él me enseñó todo lo que pudo, y yo aprendí casi tanto cómo él sabía.
Cuando ya está afinada, saco las canciones de Jorge Fandermole que heredé.
Empiezo a tocar la canción Sueñero, mi favorita.

-Silbo en la oscuridad,
animal sin reposo;
torres de la vigilia,
candela de los ojos.
No se qué pueda ser,
si una curva del tiempo
o un hueco en el corazón
atento.

Trigo sobre el brocal
para que coma el hambre
y abajo el peligroso
agujero de la sangre.
No hallo, no puedo ver
más que la noche alerta
y el misterio detrás de las puertas.

Sueñero, jinete sin descanso;
sueñero, sobre un papel en blanco
sueñero, centinela de mi alma;
sueñero, duérmete y dame calma.

Llevo cada mitad
como dos ríos gemelos,
uno cruza la tierra,
el otro fluye en el cielo;
el de la oscuridad
no conoce el olvido,
desvelado en seguir
lo perdido.

Ay, ese toro azul
fatigado y sediento
de correr tras la nada
como la luz y el viento!
Ardo sin preguntar
igual que lo hace el fuego,
tal vez halle cantando
el sosiego.

Sueñero, enigma de un penitente;
sueñero, andando entre los durmientes;
sueñero, espina de las estrellas;
sueñero, olvídate de ella.

Sueñero, jinete sin descanso;
sueñero, sobre un papel en blanco
sueñero, centinela de mi alma;
sueñero, duérmete y dame calma.

Cuando acabo de cantar la canción, las lágrimas empiezan a brotar de mis ojos sin control.
Entra mi madre, atraída por el sonido de la guitarra.
Al verme llorando me abraza con dulzura y me susurra a la oreja:

-Todo irá bien, Gathy. Él estaría orgulloso. Venga, cántala otra vez.

No estaría orgulloso, pienso.
Pero la canto de nuevo, con pasión.
A media canción ella también empieza a llorar.
¿Por qué - me pregunto siempre -, destino, por qué tuviste que llevarte la vida de mi padre?

lunes, 20 de diciembre de 2010

Para lorenayjulia

A ver, lo dejaré clarito, lorenayjulia...

Vete a la mierda, guapa.

Ay, no, guapa no, que en Navidad no se pueden decir mentiras ;)
O sea, si crees que soy tonta pues va a ser que NO, porque no me puedes decir "ya te sigo" cuando obviamente no lo haces, que lo miro, no soy ciega.
Y es que encima pretende que con el simple comentario de "Mola la historia la leo todos los dias una cosa si puedes pasate por este blog:http://lorenalc.blogspot.com/ y hazte seguidora yo ya lo soy del tuyo sigue asi con tu blog molaaaa" o sea no soy tonta no me chupo el dedo.

Y ¿como pretendes que crea que "me lees todos los días" ¡y una pu** mierda!

Anda y piérdete, te lo digo clarito y español ;)

Y sí, soy borde y todo lo que quieres, pero a los falsos y peloteros yo los trato así.

¿Clarito?

Ya estás avisada.

No tan atentamente,
Lune*

P.D: hoy subo cap

martes, 14 de diciembre de 2010

Capítulo séptimo

Reacciono al oír la canción que tengo en el móvil.

Tu-tu-tutu
Tutú tu-tu
Hehehe he...
Mensaje, mensaje, tú tienes un mensaje
Mensaje, mensaje...
Hehehe he...
¡Que tú tienes un mensajeee!

Abro el buzón de entrada y miro con pánico a mi móvil.
"Estoy muy enamorado de ti, Gathy. Te quiero, quieres salir conmigo? Carlos"
Reprimo un chillido. Esto se está yendo de las manos.
Nonononono, tengo ganas de contestarle.
No me gusta, ¿o sí?
Quizás, quizás... Si Lilli no se entera...
"Claro. Te quiero, un beso. Gath"
No hago mal, no.
Lilli se quedará mucho tiempo más en Honduras, y no creo que Carlos y yo duremos tanto.
Le diré que lo guardemos en secreto y no se lo digamos a nadie, y así no habrá problemas.
Sonrío.
Entonces me llega "Voy para tu casa a verte"
"Claroo!!", respondo.
Pongo música y vuelvo a encender el facebook.
Le envío un mensaje privado.

Caaarlos wapoo
Una csa, mantengamos lo nuestro en secreto ee?
Q yo conozco a una q le gustas, y no qiero q se enfade.
¡Un beso!
Gath

Suspiro sin preocuparme mucho.
Nadie se enterará y no habrá problemas.
Me siento feliz... ¡nada puede ir mal!

sábado, 11 de diciembre de 2010

Capítulo sexto

Para: Lilli [lilbomb@mailhot.com]
De: Gathy [gath_sakura@mailhot.com]

Querida Lilli:
Los días se hacen muy aburridos si no estás.
La plasta de Andrea sigue molestando, y hoy casi me da
otro ataque de rabia. Creo que si hubieras estado allí no
habría pasado nada de eso, ¿lo crees tú igual que yo?
Siempre logras calmarme.
Después Carlos vino a casa.
Fue divertido, fuimos a comprar la merienda al Happy
y luego estuvimos haciendo el tonto, como siempre.
Le hablé de ti, no lo dudes.
Ojalá hubieras estado allí también, habría sido más divertido.
¡Un beso!
Gathy


Pulso el botón de enviar.
No puedo evitar sentirme culpable, porque no le he contado toda la verdad.
Después de ese beso, nos dimos otro, pero nada más.
No sé qué me pasó.
Carlos no me gusta, es sólo... el mejor amigo que tengo en el instituto.
Y no puedo decirle a mi mejor amiga, que está enamorada de él, que nos hemos liado.
Sería... romperle el corazón por una tontería.
Y no le he mentido, eso no es mentir... ¿verdad?
No, no le he mentido.
Sacudo la cabeza para borrarme esa idea y entro en facebook.
Pongo los ojos en blanco al ver, en mi muro, un comentario de Mark de esas encuestas horribles.

¿Qué piensas de Gathy Lauren?

- Nse, no la conozco mucho.

¿Crees que Gathy Lauren es guapa¿

- Mejor no digo nada q sino mi novia me pega xDD

¿Cómo besa Gathy Lauren?

- Bien, supongo. Un dia jugamos a la botella en un campamento que hicimos en el instituto, pero no me acuerdo xD

Las demás preguntas eran sobre otros amigos suyos, pero no me hizo mucha gracia.
Lucía no parecía muy contenta, por los comentarios.
Apago el ordenador y me echo en la cama a leer, es lo único que no puede amargarme.
Abro "Eternidad" y me concentro en la lectura.
Me deshago del mundo por unos instantes.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Capítulo quinto

Agarro la bolsa que me tiende el dependiente (un señor que lleva muchísimos años allí y todos nos preguntamos cuantos tiene en verdad, jeje) y me giro para llamar a Carlos.
Lo encuentro con la mirada perdida en algún punto, y agito la mano delante de sus ojos.

-¿Eh?

Carlos parpadea y sonríe, con cara de tonto.

-¡Huston, Huston, tenemos un problema! Un Carlos se ha soltado en el espacio.

-¡Jajaja, qué tonta, Gathy!

-Callaaa!

Vamos a casa, contándonos chistes.

-Va un caracol y derrapa.

-¡Qué malo, Carlos!

-¿Tienes tú alguno mejor?

-¡Claro que sí!

-Pues, va, cuenta.

-Mmm... Hojas de árbol caídas, juguetes del viento son. - se me escapa una risita - Métete el dedo en el culo y verás que sensación.

Carlos, a medio trago de Sunny, se atraganta y lo escupe.
Empezamos a reírnos a carcajadas.
Llegamos a casa y Sakura reclama los cruasanes.

-¡Tira millas, Saku!

Gruñe y se va.
Volvemos a reír y dejamos las cosas.
Entonces, con el Sunny en la mano, agarro a Carlos del hombro y empiezo a fingir que estoy borracha.

-Esque... amiguoooo!! Eshte shunny eshta de muerrrrte!!

Nos reímos tanto que me caigo al suelo y todo.
Empezamos a hacer pallasadas.

-¿Hacemos bromas telefónicas?

-Claro - contesta él

Marco #31# y un número al azar.
Como contesta un hombre, cambio mi timbre de voz y digo:

-¿Manolo? ¿Dónde estás, Manolo?

-¿M-manolo? ¿De qué hablas? - contesta el hombre

-¡Manolo! ¡¡COMO NO VUELVAS A CASA AHORA MISMO TE ENTERAS!!

Entonces empiezo a fingir que lloro, y Carlos a partirse.

-¿Por...qué me has abandonado... Manolo? ¡Vuelve a casa, Manoloooo!

-P-pero, qué dices? - dice el pobre desconcertado.

-¡Libera a Willy, Manolo!

Y cuelgo, porque me estoy partiendo tanto de risa que ya no doy más.

-¡Gathy, eres la ostia!

Carlos se acerca y me planta un beso.
Me quedo con los ojos como platos, y él empalidece.

-G-gath, l-lo siento, n-no sé q-que ha p-pasado...

viernes, 3 de diciembre de 2010

Apéndice primero - Carlos

La miro, esos ojos dorados, esa mirada dulce, esas ventanas a su mente.
Porque ella lo dice todo con los ojos.
La veo sonreír, la veo mirarme, la veo hablar...
Pero jamás me querrá.
Por mucho que yo la ame...
Por mucho que yo lo intente...
Su corazón siempre será de mi mejor amigo.
El capullo más grande del mundo, con cariño.
La veo sufrir cada día, morir por sus huesos.
¡Es tan injusto!
Oh, cuán feliz seríamos los dos, si ella me quisiera...
Bueno, no puedo perderme en lo imposible.
Me conformaré con ser su amigo.
Le sonrío, miro a esos ojos brillantes que hace tiempo que están apagados.
Es buscar desesperadamente su luz en esos pozos de oro durante horas, hacerla reír para verlos brillar.
Ella es mágica...

-¡Carlos! ¡Oyeee, Carlos! Te estoy hablando...

Me giro hacia su voz y encuentro la cara a diez centímetros de la mía.
El corazón se me dispara a mil.

-¿Qué prefieres, cruasán o ensaimada?

-C-cruasán - murmuro.

Suelta una risita y va a pagar.
Suspiro y la miro, sonriendo.
A mi mejor amiga.
A mi amor platónico.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Capítulo cuarto

Las horas de clase vuelan hasta el último timbre.
Toda la masa adolescente libera el colegio de su pesada carga, y yo salgo, cómo no, perdida en mis pensamientos.

-¡¡Gathy!!

Me giro de golpe, Carlos me persigue jadeando.
Suelto una carcajada.

-¡¡¡Carlos!!! Lo siento, lo había olvidado.

-No, si ya.

Llega, sonriendo.
No puedo evitar devolverle la sonrisa.
Es dulce, no puedo dudarlo.
Sacudo la cabeza, Carlos es de Lilli, aunque él no lo sepa aún.

-¿Hay que subir toda esta cuesta a pie?

-Sí, ¿no te acuerdas?

Pone cara de "vaya rollazooo".

-¡Menudo deportista estás hecho! Vamos, hay que hacer ejercicio.

-Tú lo que quieres es matarme, ¿verdad? ¡Pues no lo conseguirás! ¿Echamos una carrera?

-¿Cuesta arriba y con cinco quilos en la espalda? ¡Ni loca!

-Vengaaa, mujeeer, ¡¡que es viernes!! Loca alegría, ¿recuerdas?

-Ajj, tienes razón.

Hacemos la carrera, y, cómo no, pierdo.
ya se había demostrado antes que soy más rápida que la mayoría de chicos, pero no cone sta mochila horriblemente pesada machacándome la espalda.

-Venga, Gathy. Ésa es tu casa, ¿verdad?

-Verdad.

Jadeando, abro la puerta y vamos a la habitación.
Sakura, mi pastor belga, nos recibe ladrando, eufórica.

-Shht, Saku. Basta.

Se sienta cómo papá le ha enseñado, y Carlos la acaricia.

-Venga, deja las cosas aquí, loco.

-Sí, bwana.

-Calla idiota - le digo riendo.

-¿Y cual es el plan?

-¿Vamos a por unos cruasanes en el Happy?

-Ok. ¿Y luego?

-Ah, no sé.

-¡Ok!

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Capítulo tercero

Apoyo la cabeza en la pared, miro al cielo.
Entonces me llegan las voces de los que juegan a fútbol y bajo la mirada hacia ellos.
El primero en que me fijo es, cómo no, en Mark.
Es... perfecto.
Me quedo en mis ensoñaciones, no oigo a Miriam sentarse a mi lado.
Cuando me percato pego un salto en el banco.

-¡Joder Miri! Qué susto.

-Lo siento, Gath.

-No, es broma, mujer. No pasa nada.

Asiente y se queda un par de segundos en silencio.

-¿Estás bien? - susurra mirándome a los ojos.

Me cuenta mantenerle la mirada, son los ojos más sinceros que he visto jamás, a parte de los de Carlos, Lilli y Tomás, ojos que nunca pueden mentirme.

-No... ya sabes que no - digo, incapaz de mentirle.

Se queda en silencio de nuevo, mirándome.

-Gathy... ¿estás con Carlos?

-No, Mi. Lo sabes, te lo habría dicho.

-Sí, ya lo sé. Pero tenía que preguntar.

-Sí, ya. Pero igualmente, ni él me quiere ni yo le quiero.

Me mira como diciendo "En serio?".
Sonrío.

-En serio.